El arte fomenta las reacciones emocionales en nuestros niños cuando disfrutan de él. Del mismo modo también favorece el desarrollo de la imaginación, su creatividad, la capacidad de reflexión y de comunicación.
Las emociones que genera el arte son percibidas de manera intensa porque cuando se está frente a una representación artística esta se concibe como algo real, es decir se vive en primera persona.
Actualmente se le está atribuyendo al arte y a la emoción una gran relevancia en la educación infantil.
Los colegios han incorporado a sus temarios, programas relacionados con el arte. Actividades como la identificación de sentimientos ajenos a través de la visualización de reconocidas obras de arte o la creación de representaciones artísticas que les permitan expresar sus sentimientos son algunos ejemplos de los métodos más utilizados. Dentro de los beneficios destacan una mayor capacidad para identificar y comunicar sus emociones y una mejora, por tanto, de las habilidades sociales.